Hay recetas que me ha costado muchos intentos, y esta semana iré con las tres que creo que más 😂

Teniendo ascendencia canaria era muy de todos los días tener en casa mojo o papas arrugadas. Ya después de algunos años era quizás hasta frustrante querer que te saliera el mojo como lo hacía mamá, tía o la abuela, y que no hubiese manera de atinarle a la receta por más que las hubiese seguido todas infinitas veces.

La Navidad pasada cuando estuve en Tenerife, aproveché de interrogar a mi tía sobre las recetas de alguno que otro plato típico, y fue cuando al fin logré mejorar el resultado de mis enésimos intentos anteriores.

Las recetas de los mojos rojo y verde las tenía Isa en un papel escrito a máquina, yo por supuesto lo primero que pregunté fue cuantos años tenía esa hoja porque más de 30 tenía seguro…¡viva el encanto de lo vintage! 😉

El mojo rojo tiene infinidad de variaciones y algún cambio de ingredientes, como muchas recetas tradicionales. Yo la hago siguiendo la receta que me han dado en la familia, siguiendo algún truco de mis tías, primas, mamá y agregándole algún detalle muy a mi gusto que ya luego les cuento en los trucos.

Es tan fácil como contar del uno al cinco, y podemos hacer una buena cantidad porque se conservará perfectamente bien en la nevera guardado en un tarro limpio de cristal.

Nuestros ingredientes de hoy:

  • 1 cabeza de ajos pelados
  • 2 pimientos rojos secos (pimientos palmeros, o ñoras)
  • 1 cdta. de comino en granos
  • 1/4 litro de aceite de oliva
  • 4 cdas. soperas de vinagre
  • Sal al gusto (media cucharada)
  • 1 o 2 guindillas picantes, o muchas

Preparación

  1. En un vaso de licuar alto dejamos hidratando los pimientos (sin semillas ni tallo) en el aceite durante la víspera.
  2. Luego agregamos los ajos pelados y el resto de los ingredientes y batimos con el mini-pimer (o licuadora) hasta integrar todo muy bien, debe quedar un líquido espeso (un poco pastoso) y sin grumos o tropezones.
  3. Corregimos de sal si sentimos que hace falta, y guardamos en un tarro de cristal tapado en la nevera.

Trucos:
Uno, Si está muy líquido podemos agregar un trozo de pan viejo y batir hasta integrarlo bien en la mezcla.

Otro, Si está por el contrario muy espeso podemos agregar un chorrito de agua para aligerar la consistencia.

El mío, Agregar una cucharada de pimentón molido o paprika (dulce o picante) ahumada, le da muy buen sabor y es la gloria para los que somos fans del picante.

El dato de mi prima, fue contarme que si no conseguimos ñoras o pimientas palmeras podemos hacer el mojo con un bote de pimientos de piquillo en aceite, adobo para mojo y luego quitar un poco del aceite que ya lleva la receta.

Otra cosa que vi, que los ajos antes de mezclarlos podemos majarlos y saltearlos un poco hasta dorar.

Para servirlo podemos ir bastante más allá de las papas arrugadas, con carnes en barbacoas, verduras o queso a la plancha, para marinar pollo o pavo antes de prepararlo a la plancha o con pescados.

Aprovechando que ya casi es fin de semana y tendremos tiempo de sobra en casa para cocinar, seguiré intentando más recetas de familia para seguirles contando que tan me va en los mil intentos hasta que quedan perfectas 😉

Abrazos y ¡buen provecho!

Pin It on Pinterest