Desde siempre éste ha sido uno de mis platos favoritos de la cocina venezolana. Aquel que me hace mi mami cada vez que voy a Caracas, la receta que me ha dado por teléfono cien veces, y que Dios sabrá dónde la guardo cada, pues siempre tengo que volver a llamarla para pedírsela.

La leyenda sobre el origen de este plato cuenta que, en la época de la Colonia, a una cocinera se le quemó la carne mientras cocinaba, y para remediarlo agregó papelón, ají dulce, y otras especias.

Desde aquellos tiempos el plato ha evolucionado, y si bien no tiene una preparación complicada, lleva su tiempo prepararlo. Hay que tenerle paciencia porque es para pasarse unas cuantas horas en la cocina. Hay también miles de versiones, con unos y otros ingredientes, algunos con papelón, otros con azúcar, algunos “puyan” la carne para rellenarla con el aliño, otros licuan la salsa, y existimos los que dejamos los tropezones colorinches en la salsa por puro gusto.

Es una de las recetas estrella en mi casa, y a mi mamá le queda como de morirse. Yo la replico porque hoy es su cumple y me encanta homenajear a mi gente preparando sus platos, aunque a ella le quede más rico y el mío lo vea por fotos o Stories. 🙂

Lo primero es dorar la carne aliñada en aceite con azúcar o papelón hasta tostarla. Mi mamá prefiere hacerlo con azúcar (quema más rápido) y a mí me gusta más el sabor del papelón. Antes de seguir con la parrafada mejor les cuento:

Mi lista de ingredientes para hoy:

  • Una pieza de redondo de ternera de 1 ½ – 2 Kgs (En Venezuela a este corte de carne le llamamos muchacho redondo).
  • Para adobarla: 2 cdas. de ajo en polvo, 2 cdas. de orégano, 2 cdas. de tomillo, 2 cdas. de salsa perrins (salsa inglesa), 100 ml de vino tinto, 1 cda. de sal y unos 2 ajíes dulces picados.
    El ají dulce no se ve mucho en España aunque en Madrid se consigue en tiendas de productos latinos, se puede sustituir por algún ají o pimiento muy pequeño que no sea picante.

La noche anterior adobamos la carne con todas las especias, salsa inglesa y vino, y
dejamos bien tapada en la nevera hasta el día siguiente.

Los ingredientes para la salsa:

  • 1 cebolla grande.
  • 1 pimiento rojo grande (yo utilicé uno rojo y uno amarillo porque eran un poco más pequeños).
  • 1 tallo de puerro (ajoporro) picado en rodajas finas.
  • 3 dientes de ajo.
  • 2-3 cdas. de cebollín picado.
  • 1 taza de caldo de carne.
  • 1/2 taza de tomate triturado.
  • 1/2 taza de vino tinto.
  • 1 cda. de paprika o pimentón dulce.
  • 1-2 cdas. de sal.
  • 1 hoja de laurel.
  • 5-6 cdas. de azúcar morena o papelón rallado.
  • 1 taza de aceite.

Y para prepararlo, además de paciencia y buena música, tenemos aquí el step by step:

  1. Pelamos y picamos la cebolla en cuadritos pequeños, quitamos el tallo y las semillas al pimentón y lo picamos también en cuadritos.
  2. Eliminamos las hojas del puerro y lo picamos en rodajas muy finas, pelamos y picamos el ajo lo más pequeño que podamos. Reservamos todas las verduras picadas.
  3. En una olla grande calentamos el aceite a fuego medio, cuando esté bien caliente agregamos el azúcar y doramos bien la carne para sellarla.
    Mamá siempre dice que el aceite debe calentarse a fuego medio un buen rato antes de colocar la carne, si lo calentamos a fuego alto y luego lo bajamos se nos quemará el azúcar, la carne y todo.
  4. Una vez sellada la carne la sacamos de la olla, bajamos el fuego y agregamos el aliño picado (puntos 1 y 2), cocinamos durante unos diez minutos hasta que se ablanden.
    Agregamos el caldo de carne, vino, tomate triturado, pimentón dulce, sal y la hoja de laurel a nuestras verduras.
  5. Vuelve la carne a la olla, tapamos y cocemos a fuego medio durante XX horas, hasta que se ablande bien la carne y reduzca la salsa al menos a la mitad.
  6. Antes de servir, sacamos la carne de la olla y la cortamos en rodajas de un dedo de grosor (1 ½ o 2 cms). Regresamos la carne en rodajas a la olla y dejamos unos 20 o 30 minutos más a fuego muy bajo, para que las rodajas se impregnen bien con la salsa.

Esta receta puede rendir para unas 4 – 6 personas, dependiendo de qué tan rico nos quede, porque siempre quieren repetir. Podemos congelarlo una vez preparado si no lo vamos a consumir pronto, se conserva perfectamente.

Se puede servir acompañado de arroz blanco o puré de patatas, y plátano o patacones fritos. Podemos incluso hacerlo desde el día anterior y calentarlo para servir. También nos vale para rellenar arepas o hacernos un bocadillo de lujo con un buen pan de hogaza.

Es un plato pretencioso, parsimonioso, de celebración o comida calmada de fin de semana, incluso para lucirse o impresionar a nuestros invitados. A mi el sabor dulzón y especiado de la cocina del Caribe me pierde, si tuviese más tiempo lo haría bastante más seguido.

Mamita, me quedó rico aunque un tanto menos perfecto que el tuyo, jajaja. En mi próximo viaje lo preparo contigo y seguro que me queda mejor.

Celebra mucho tu día, sonríe siempre y déjate consentir y abrazar, que hoy el día es para ti. 🙂 Feliz cumpleaños muy feliz. ¡Te amo hasta la luna y de vuelta!

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