‘Bolo’ en portugués significa pastel o bizcocho, y ‘caco’ es una plancha de piedra caliente utilizada para cocinar.

El bolo do caco es más un pan que un bizcocho, originario de la Isla de Madeira, y cocido a la piedra, sartén o plancha con apenas cinco ingredientes: batata dulce cocida (boniato), harina de trigo, levadura, agua y sal. Según visitmadeira.pt, este pan “es un alimento que establece un vínculo entre el pan madeirense y el pan que el pueblo hebreo cocía, como se ilustra en el Antiguo Testamento”. Es muy similar al pan de pita, y se suele servir como entrante untado con mantequilla de ajo, en sandwiches rellenos o acompañando cualquier plato principal.

En casa de mis padres es un pan que conocemos de siempre, bien gracias a amigos portugueses, o bien debido a las tantísimas panaderías de inmigrantes portugueses que había y aún subsisten en Caracas. Nunca había pensado en hacerlo, ni había reparado en lo simple que era en ingredientes y preparación, hasta que escuché a unos amigos venezolano-portugueses decir que iban a prepararlo para celebrar que Portugal había ganado la final de la Eurocopa.

Me puse a mirar recetas y más recetas, y todas son prácticamente iguales, variando un poco las cantidades y nada más. Una de las más sencillas y mejor explicadas es la que publicó Iban Yarza en El Comidista el verano pasado, la pueden ver aquí.

Mis ingredientes de hoy:

  • 400 grs de harina de trigo de fuerza (harina para pan)
  • 100 grs de batata blanca dulce (boniato) cocida y escurrida
  • 8 grs de levadura fresca (o 2-3 grs de la seca)
  • ½ cucharadita de sal
  • 180 grs de agua

Preparación:

  1. Mezclamos en un bol la harina, sal, levadura fresca y la batata desmenuzada, vamos mezclando con los dedos hasta deshacer la levadura e incorporar bien la batata.
  2. Agregamos agua poco a poco y seguimos amasando con las manos hasta tener una masa húmeda y sin grumos, que se nos despegue de las manos.
  3. Tapamos y dejamos reposar por una hora o hasta que doble su volumen. En este punto podemos guardar la masa fermentada en la nevera si no vamos a preparar el pan hasta el día siguiente. Habrá que sacarla de la nevera la mañana siguiente y esperar que pierda un poco el frío.
  4. Vamos tomando porciones de masa del tamaño de la palma de la mano y aplastandola con un poco más de harina hasta formar discos finos de no más de un centímetro de grosor.
  5. Cocemos los discos en una sartén caliente a fuego medio alto de 3 a 5 minutos por lado, hasta que formen una costra un poco tostada.
  6. Podemos servir con mantequilla de ajo (120 grs de mantequilla ablandada, dos dientes de ajo triturados, una pizca de sal y una cucharada de perejil fresco picado), que podemos dejar hecha desde antes y guardarla en la nevera.

Podemos sustituir el boniato por patata (papa) cocida o aventurarnos a prepararlos con batata dulce amarilla (camote), que si bien no es la receta original el sabor y el color serán increíbles.

Yo intenté respetar las cantidades exactas de las recetas que probé hasta que di con la proporción que detallé arriba. Si no tenemos una balanza digital de cocina podemos utilizar una proporción aproximada de 4 partes de harina por una de batata, más ⅓ de dado de levadura fresca, sal y vamos agregando agua poco a poco hasta que se hayan mezclado bien todos los ingredientes y la masa se nos despegue de las manos. No necesitaremos más de un vaso de agua.

Da para unos 6-8 panes individuales, aunque si queremos también podemos hacer un sólo disco grande -del mismo grosor, un centímetro-, cocerlo en una sartén de 25 o 30 cms de diámetro y luego picar en porciones. Es posible congelarlo ya preparado y solo calentar el que nos vayamos a comer, o guardarlo en una bolsa plástica sellada. Se conservará perfectamente por cuatro o cinco días.

¡Pues yo ahora sí que me escapo! Y me voy feliz una semanita, no a Madeira (¡que ya iré!), pero sí a Portugal a visitar amigos, ver playas, buscar recetas, comer Bolo do Caco, Pan de Broa, Pastéis de Belem, Bacalao y vinho verde. Espero que me alcance el tiempo para todo lo que quiero ver, comer y dormir. 😀

Disfrutaré del ‘dolce far niente’, del puro y bueno, pues mi amor por Portugal es una cosa del más allá y hacía años que quería volver.

Nos vemos la semana que viene, espero que mi gato y todos ustedes no se hayan olvidado de mí cuando vuelva ;-).

¡Abrazos!

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