Nos conocemos desde un ayer que suma más de quince años, y eso que seguimos siendo jovencísimas. 🙂 Pasamos de una de nuestras mejores experiencias de curro en nuestra añorada Caracas a coincidir mucho después en la misma Europa, compartiendo muchos ratos y muchas cosas.

Entre el “conocí a alguien perfecto para ti” y las quedadas sin más plan que un café ha pasado muchas veces que ese café o esas cervezas del viernes dan para tanto que se extienden hasta la cena, y terminamos improvisando cualquier cosa por el puro gusto de compartir el rato.

Durante una de esas tantísimas cenas no cociné yo, y sólo me dediqué a mirar cómo se hacía un estupendísimo pollo al curry, mientras seguía con mi cerveza y tomaba nota mentalmente para robarme la receta. 🙂 No sólo me la robé, sino que además la hice mil veces probando y cambiando ingredientes hasta que llegó a ser lo que hago hoy en día.

Lo volví a preparar hace un par de semanas y mis ingredientes, que después de muchos intentos han llegado a esta lista, fueron:

  • 500 – 600 grs de pechugas de pollo deshuesadas
  • 1 cebolla cortada en julianas
  • 1 tallo de puerro (ajoporro) cortado en rodajas finas
  • 2 dientes de ajo majados
  • 2 yogures griegos naturales (250 ml), sin azúcar
  • 125 ml de leche de coco
  • 2 cucharadas de curry el polvo (o una cdta de curry en pasta)
  • 2 cucharadas de hojas de menta picadas

La preparación, esa sí no la he cambiado, va así:

  1. Cortamos la pechuga de pollo en tiras finas, adobamos con una pizca de sal y especias.
  2. Rehogamos la cebolla, el puerro y el ajo majado en una sartén a fuego medio alto hasta dorar.
  3. Agregamos el pollo a la sartén y doramos removiendo bien para que no se pegue.
  4. Luego de tener el pollo apenas dorado (más o menos cinco minutos) agregamos curry, el yogurt y la leche de coco, bajamos el fuego al mínimo y cocinamos por unos quince minutos hasta cocer bien el pollo y reducir la salsa.
  5. Agregamos las hojas de menta picadas, cocinamos unos cinco minutos más y corregimos de sal si es necesario.

Dejamos reposar tapado hasta servir, podemos acompañarlo de arroz blanco con pasas o comerlo solo. Da para 4 – 6 raciones.

Hay que tener mucho ojo con el curry si no queremos que quede demasiado picante. A mí no me pesa pasarme un poco con el curry, porque me encanta el sabor, pero hay gustos varios de más o poco o nada picante o yo mejor como otra cosa. Se puede reducir la cantidad de curry a una cucharada para no liarla. Yo no lo reduzco, siempre lo preparo a tope de curry y sin sentirme culpable por quién decide a última hora no entregarse al picor y servirse cualquier otro plato, jejeje.

Seguiremos compartiendo cenas y ratos, robándome recetas y compartiendo las mías, pero por sobre todas las cosas seguiremos sonriendo y coleccionando historias. 🙂

Mientras sigo coleccionando recetas y picante, me pienso las recetas de otoño que vamos a preparar, así que todas las sugerencias serán bienvenidas. 🙂

¡Feliz semana!

Pin It on Pinterest