Quién haya nacido en Venezuela y diga que  no le gustan los tequeños, ¡miente! 😀 😀 :D.

La gloriosa combinación de daditos de queso salado envueltos en masa de trigo frita ha sido siempre uno de los aperitivos más populares y conocidos de la cocina de nuestro país. Es muy común servirlo de entrante en cualquier comida o picoteo y también como entremés en cócteles y reuniones. Si nos acercamos a cualquier restaurante venezolano o latinoamericano de seguro que los conseguiremos en el menú.

Deben su nombre al gentilicio de Los Teques, capital del Estado Miranda en la región central del país. Existen varias hipótesis sobre el origen de este plato y la más común lo atribuye a la Familia Báez en Los Teques, quienes a principios del siglo XX los sirvieron como ´botana´ (snack) en una fiesta y gustaron tanto que se comenzaron a hacer y venderse en la capital, Caracas. Aún así, no fue hasta varias décadas después que se les fue conociendo popularmente como Tequeños.

Hay -como suele pasar con la cocina popular en muchos países- distintas versiones de receta para la masa y el relleno y aunque el original es de queso fresco salado envuelto en masa de harina de trigo y frito, se hacen en ocasiones de otros tipos de queso (curado, tierno, feta), combinado con jamón, bacon o embutidos o incluso sustituyendo el queso por salchichas o chocolate

Dos detalles: Uno, el queso debe ser salado y firme para que no se parta cuando lo envolvemos en masa o pierda el sabor al cocinarlo, y dos, podemos comprar masa de hojaldre o de empanadillas si nos mucha pereza ponernos a hacer masa.

La elaboración no nos llevará más de una hora y bien valdrá la pena tomarse el tiempo de hacerlos. Yo los acompañé de mermelada de tomate casera (abajo está la receta), pero se pueden servir también con salsa rosa, salsa agridulce, ketchup o solos. De cualquier manera ¡serán un hit!

Ingredientes

  • Para la masa:
    600 grs de harina de trigo para todo uso, 125 grs de mantequilla salada, ½ cdta. de sal, 1 huevo, 120 ml de leche y 120 ml de agua.
  • El relleno:
    500 grs de queso blanco salado, cortado en rectángulos de 1 x 1 x 5 cm de largo (En Madrid yo compro siempre el queso en el Mercado Maravillas, hay varios puestos que saben cual es el “queso para tequeños” y la relación calidad – precio es bastante buena).
  • La mermelada de tomate:
    2 kg de tomate cherry o kumato mini, 400 grs de azúcar morena, 40 ml de vinagre balsámico y ¼ cdta. de picante seco.

Y aceite para freír (de girasol o maíz).!

1. Agregamos la leche y el huevo y seguimos mezclando, luego incorporamos el resto de la harina y vamos agregando agua muy poco a poco mientras seguimos amasando con las manos. Sabremos que la masa está lista cuando se nos despega de los dedos. Puede que necesitemos algo más de agua si está muy seca o una pizca más de harina si aún no está en su punto. Dejamos reposar la masa a temperatura ambiente una media hora.

2. Extendemos la masa con un rodillo en una superficie enharinada hasta tener un espesor de no más de medio centímetro. La cortamos en tiras de 1 cm de ancho.

3. Calentamos el aceite a fuego medio en una sartén de paredes altas (unas cuatro tazas de aceite).

4. Envolvemos los bastoncillos de queso con las tiras de masa en forma de espiral, comenzando por un extremo y asegurándonos que queden bien cerrados (para que el queso no se salga al freír. Pasamos por un poco de harina antes de freír.

5. Freímos en aceite caliente hasta dorar (no más de 5 minutos) y los vamos colocando en una fuente con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

Para la mermelada:

  1. Lavamos los tomates y cortamos por la mitad.
  2. En una olla a fuego medio colocamos todos los ingredientes (tomates, azúcar, vinagre y picante) y cocinamos por 2 – 3 horas, hasta que reduzca a ¼ del volumen inicial y tenga punto de caramelo suave.
  3. Dejamos enfriar y guardamos en la nevera en tarros de cristal.

Podemos hacer los tequeños con anticipación y congelarlos, siempre tendremos que pasarlos por un poco de harina y separarlos con papel film antes de guardar para que no se peguen. Incluso podemos guardar en la nevera separados en pequeñas porciones y freírlos justo antes de servir. Esta receta rinde para unos 20 – 25 tequeños.

Vale la pena madrugar un sábado para un desayuno como éste 😉 Besos y disfrutar del fin de semana!

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