Porridge: Novedad, tendencia y postureo. Es decir Gachas, las de toda la vida.

Mi abuela Dora lo llamaba ‘atol de avena’. Lo solía hacer para merendar las tardes que nos cuidaba, y no era más que una papilla con avena, leche, canela y azúcar que ahora me encanta pero de pequeña me costaba un mundo comer.

El porridge es un plato escocés de origen celta en el que mezclamos al fuego con un spurtle (varilla de madera) cereales (comúnmente avena, pero se puede hacer con arroz o quinoa) con agua y sal, para luego agregarle otros ingredientes.

Además de ser el desayuno top para muchos modernos (probar a buscar #porridge en instagram), es bastante sano. La avena nos aporta seis de los ocho aminoácidos esenciales, ayuda a mantener el colesterol a raya, y por su alto contenido en carbohidratos complejos aporta efecto saciante y nos da energía para comenzar el día.

No es algo que toma demasiado tiempo preparar, aunque tampoco será tan rápido como tostar pan. A diario, en los meses de más frío, yo suelo mezclar en una taza cuatro cucharadas de avena, un poco de semillas de chía, un chorrito de leche de soja o desnatada, uvas pasas y una pizca de canela. Luego al microondas por dos minutos y tengo mi desayuno perfecto. Si tengo plátano (cambur), puede que le agregue un poco. A veces nueces, y otras arándanos o dátiles. Las posibilidades son infinitas.

Esta vez vi en Youtube un vídeo de Gordon Ramsay donde hacía un porridge de avena horneado, a modo de pastel. Es un desayuno súper contundente que lo mismo va perfecto caliente y recién hecho un fin de semana, que frío y cortado en trozos, así tendremos las mejores barritas de cereales de merienda casera y sana.

Como hago algunas veces, cambié algunos ingredientes a la receta original del libro Ultimate Home Cooking de Ramsay para ajustarme a lo que todos conseguimos en el súper y lograr una versión sin ingredientes estrambóticos, que además es ‘vegan & vegetarian friendly’.

Mis ingredientes de hoy:

  • 150 grs de hojuelas de avena
  • ½ lt de leche de soja
  • 200 ml (un bote pequeño) de nata vegetal (podemos sustituirla por crema de leche)
  • 1 pera o manzana pelada y cortada en trozos
  • 50 grs (unas cuatro o cinco cucharadas) de avellanas o nueces picadas
  • 50 grs de almendras fileteadas
  • 75 grs de pasas o arándanos o mezcla de frutos deshidratados
  • 1 cdta de esencia de vainilla o las semillas de una vaina de vainilla
  • 1 cdta de canela
  • ¼ cdta de nuez moscada
  • 2 cdas de azúcar (aunque en mi opinión es completamente prescindible)

Y la preparación:

  1. Mezclamos todos los ingredientes secos (menos el azúcar) en un cuenco grande revolviendo bien. Encendemos el horno y pre-calentamos a 180 grados.
  2. Agregamos la leche de soja y la nata vegetal al resto de ingredientes y vertemos en un molde grande para horno (o moldes individuales) rociado con un poco de aceite para que no se pegue.
  3. Horneamos nuestro porridge a 180 grados por 30 minutos.
  4. Sacamos del horno, rociamos el azúcar por encima y horneamos cinco minutos más hasta que dore.

Podemos servirlo caliente para desayunar con un poco más de nata, o bien dejarlo enfriar un poco y cortarlo en trozos si lo queremos como barritas de cereales. En la nevera lo podemos mantener hasta cuatro o cinco días e ir calentando un poco en el microondas lo que nos vayamos a comer, sin pasarnos de micro porque se secaría mucho. Yo corté una parte en trozos y me las llevaba de merienda post AquaGym. ¡Es que soy adicta a mis clases en la pisci, lo sé!

Así que otra vez me escapo a quedarme a vivir en el sol lo poquito que queda de fin de semana y de piscinas de verano, antes de que comience a refrescar y tengamos que sacar los abrigos.

Asumo ya superada la depresión post-vacacional. 😉 Besos y feliz vuelta al frío y a la rutina. 🙂

Pin It on Pinterest