En casa, quizás por la influencia caribeña, nunca fuimos muy de Reyes Magos. Los regalos se daban en Navidad y los traía el Niño Jesús al nacer (si, a mi también me parecía raro que un recién nacido trajese regalos). Nuestras comidas de esos días rara vez incluían Roscón, y si venía era porque íbamos a buscar el Bolo Rei en una Panadería portuguesa cerca de casa.

Al vivir en Europa las costumbres han cambiado un poco, y aunque sigue habiendo regalos en Navidad los Reyes no nos olvidan. Añoramos el caribe y nuestro sol navideño disfrutando de nuestras nuevas costumbres.

Durante todos estos años hemos ido probando y catando roscones, y también intentando hacerlos en casa con resultados bastante mejorables. No soy muy fan del exceso de azúcar ni del relleno de nata, prefiero el Roscón sin relleno o bien con crema pastelera. Así que seguía catando y probando distintas recetas, intentando simplificarlas y adaptarlas a mi gusto.

Me tomó mucho tiempo aprender que las masas son delicadas como un bebé y hay que tratarlas con mucho mimo. Y que la del Roscón no es una receta simple y rápida, y además de tiempo requiere toneladas de paciencia, y también mucha precisión y organización.

No fue hasta que hice el curso de Roscón de Reyes con Juan en La Muffinería que el cambio en los resultados fue como ir de la tierra al cielo, ¡increíble!. Más allá de seguir una receta aprendí a respetar los tiempos del roscón, y tratar y cuidar la masa y los ingredientes con mucho mimo y cuidado.

Aunque antes me había atrevido con la versión portuguesa del Roscón en el Bolo Rei Chocolatero, nunca he seguido una única receta. Voy probando y adaptando, investigando y leyendo infinitas opciones.

La que he hecho esta vez en casa lleva sus tiempos (largos, muy largos), y como no todos tenemos dos o tres días para hacer Roscón 🙂 les dejo aquí los links de las que considero son las mejores y más rápidas opciones para atrevernos a prepararlo en casa:

Vídeo Recetas:

Recetas:

Para quienes estén en Madrid, les recomiendo con los ojos cerrados los cursos de La Muffinería, Juan es un estupendo pastelero y cocinero y sus cursos valen mucho la pena. Pueden suscribirse a su newsletter en el correo info@lamuffineria.com y así estar enterados siempre de todos los cursos súper molones que se programan allí.

Volviendo a nuestro Roscón, les cuento que yo estuve desde ayer muy prontito intentando tener todo a punto. A las 7 am dejé preparada la masa de arranque, que pasó todo el día levando en casa bien tapada y cerca del radiador. Por la noche ya tenía todos los ingredientes a temperatura ambiente y fui pesando (con la balanza digital de cocina) y midiendo todo para hacer la masa (con máquina) y dejarla fermentar un par de horas.

Luego tocó volver a amasar otro rato, dejarla crecer bien tapada toda la noche y lo último fue armar los roscones para dejarlos crecer otra hora antes de pintarlos y hornearlos.

Lo que yo recomiendo para una receta como esta es investigar y buscar la que consideren más sencilla y cómoda de preparar, y luego de haberla ensayado varias veces ir tuneando el roscón al gusto. Ya una vez hice el Bolo Rei con cacao, y esta vez el roscón lo preferí sin relleno y apenas con chispas de chocolate, porque yo también soy de las que le quita las frutas de arriba y le sacude las toneladas de azúcar que le ponen en algunos sitios.

Atreverse, ese tiene que ser el reto de este año. En la cocina, en la calle, en el trabajo, en la vida, ¡con todo!.

Felíz Día de Reyes y mejor año, gracias a todos siempre por estar allí.

¡¡Abrazos!!

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