“Karla, es como que me hubieses invitado a comer puré y me dieses cuchillo y tenedor…¿Qué es lo que has hecho, hija?”

Palabras textuales de una amiga de Huelva luego de probar mi versión de la receta de gazpacho de su padre 🙂 Porque a mi lo de seguir instrucciones me cuesta un poco, pero para inventarme las cosas estoy que ni pintada!

El día que M@ me dijo “te paso la receta de gazpacho de mi padre” mi respuesta fue …”pero si esto es sólo una foto”…y si, nunca había tenido receta mejor explicada que esa foto con todos los ingredientes del gazpacho puestos sobre una mesa donde no había manera de equivocarse ni de inventar nada, cuando lo único que había que hacer era poner todo aquello en una batidora de vaso (turmix o minipimer) y mezclarlo.

El origen geográfico de este plato nos lleva a Andalucía, sur de España, y aún cuando no hay un origen histórico certero se dice que la primera versión del gazpacho (sin tomate) data del siglo VIII y fue evolucionando hasta incorporar tomate en su preparación en el siglo XIX.

Hay una gran diferencia entre la receta de gazpacho tradicional y la del señor padre de mi amiga y es que no lleva pan sino zanahoria, que se suele incluir en varias versiones de gazpacho como sustituto del pan o simplemente como añadido a la receta tradicional.

¿Yo que le hice?

Primero les digo los ingredientes y luego les cuento 😉

  • Un bote (lata) de 800 grs de tomate triturado, o un kilo y medio de tomate fresco
  • Dos dientes de ajo a los que les quitamos el tallo del centro
  • Un pepino mediano (unos 15 cms de largo, 120 grs)
  • Un pimiento verde italiano grande (unos 80 grs)
  • Una zanahoria grande
  • 180 ml de aceite de oliva
  • 40 ml de vinagre
  • Media cucharada de sal
  • Una cucharada de pimentón molido (paprika) dulce
  • Una pizca de picante -solo si como yo son súper fans de ir picados por la vida-

Preparación:

  1. Pelamos y cortamos la zanahoria en trozos y la cocemos en agua hasta que esté tierna. La zanahoria se suele utilizar cruda, yo la prefiero cocida para darle más cuerpo.
  2. Pelamos y cortamos el pepino en trozos, el pimiento -al que le quitamos el tallo y las semillas- y los dientes de ajo -le quitamos el tallo del centro-.
  3. Colocamos todos los ingredientes en un bol y mezclamos con la batidora (minipimer / turmix o en licuadora) hasta que tengamos una mezcla homogénea.
  4. Podemos utilizar un poco del agua de cocer las zanahorias si consideramos que la mezcla ha quedado muy espesa.
  5. Pasamos la mezcla por un colador chino (de embudo) y dejamos reposar en la nevera hasta servir.

La receta da para algo más de un litro de gazpacho. Se suele servir adornado con tropezones (trocitos) de hortalizas (pimiento verde, pepino, cebolla, tomate) y croutons (picatostes), yo lo suelo tomar directamente en un vaso corto nada más llegar a casa las noches de verano para no morir de calor.

Hay infinidad de versiones de esta receta y seguramente a algunos puristas la mía les parece un sacrilegio, pero es que he ensayado y ajustado ingredientes tantas veces que me ha costado bastante rato llegar a la versión tuneada a mi gusto 🙂

Y si, seguramente si M@ llegase a leer la receta se reiría pensando en la bárbara e inconcebible versión caribeña de gazpacho que me ha dado por hacer 🙂

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