“No, no, no, noooo, Karla, ¿Cómo vas a decir que el gazpacho no lleva cebolla?” Y yo además de insistir que hacer gazpacho con cebolla era una locura, me puse a buscar recetas en internet para darme cuenta que había tantas recetas de gazpacho con cebolla que no pude sino decir que “Bueno, venga, lo intento con tu receta a ver si es verdad que está bueno así…”
Así que diligentemente al día siguiente me pasé por la frutería maravillosa del Mercado al que siempre voy (el de Barceló) y a casa a hacer la tarea y probar receta nueva de gazpacho con estos ingredientes:
- Dos kilos de tomates maduros
- Una cebolla mediana
- Dos pepinos medianos
- Dos pimientos verdes largos
- Dos dientes de ajo -sin el tallo central-
- Una cucharada de sal
- Una cucharada de paprika o pimentón dulce
- 100 ml de aceite
- 40 ml de vinagre de jerez
- Una cucharadita de comino
- Una pizca de picante
Preparación
- Lavamos todos los ingredientes y agregamos en un bol pelados y picados la cebolla, los pepinos y los dientes de ajo. Seguimos con los pimientos sin semillas cortados en trozos y los tomates lavados y picados también en trozos sin la parte blanca del centro.
- Unimos el resto de los ingredientes (vinagre, aceite, sal, comino, paprika, picante) y mezclamos con un mini pimer o licuadora de vaso hasta tener una mezcla homogénea. Podemos agregar medio vaso de agua si vemos que la mezcla ha quedado muy espesa.
- Lo pasamos por un colador de embudo (chino) y dejamos reposar en la nevera hasta el día siguiente.
Servimos con tropezones de verduras y trozos de pan.
Y tengo que admitir que sí, que esa locura de ponerle cebolla al gazpacho funciona 🙂