Desde hace unos años y gracias al repunte de la gastronomía en TV y en los canales digitales de la era milenial, los chefs se han convertido en los nuevos rockstars. Ahora son celebrities que copan portadas, podcasts, posts en infinidad de webs, y cientos de miles de videos en Youtube.
Pero más allá de comenzar a enumerar quién nos parece mejor que quién, cuál será el más guapo o más borde, o más creativo o más talentoso, hoy vuelvo con una nueva entrega de Gastro Netflix y tres programas que vienen a contarnos quiénes son, qué hacen y por qué debemos recordar a todos esos chefs más allá de por su carisma.
Spoiler: No nos van a dar recetas. 🙂
Creada por David Gelb con la colaboración de distintos directores y una producción y fotografía impecables, tenemos una de las mejores series gastronómicas que se ha hecho en años, donde lo verdaderamente importante es la humanidad detrás del talento, quiénes son realmente todos estos cocineros más allá de los fogones, qué los motiva e impulsa a llegar hasta esa cumbre en la que se han establecido.
Cuentan historias profundas y nos muestran mucho más que comida, hay emociones, miedos, frustraciones, y muchísima pasión, creatividad y talento.
Con la misma filosofía que la versión americana, esta docuserie nos muestra a cuatro chefs con visiones muy transgresoras de la tradicional cocina francesa. Un chef que eliminó por completo las carnes de su restaurante y ofrece una carta de 100% verduras en un tres estrellas Michelín, o una chef que aplica técnicas de cocina china a ingredientes locales y de temporada.
Lo que más me interesó de esta serie fue sobre todo el planteamiento conceptual de la cocina de cada uno de estos chefs. Recomendación de Gastrofreak que sé que les gustará, ¡véanla!
Tiene lo que suelen tener los concursos de cocina en TV, es hortera, bombástico y exagerado, y lo han criticado para mal hasta la saciedad. Eso sí, los concursantes son chefs de todas partes del mundo y de un altísimo nivel.
Cada semana visitan un país y los 24 chefs concursantes participan en parejas y cocinan un plato emblemático de ese país, como siempre, contra reloj. Es dinámico, divertido y aunque los jueces no siempre premian al mejor, llama la atención ver cómo cada pareja resuelve y presenta platos de los que nunca había escuchado ni hablar.
A partir de este programa conocí el trabajo de un chef con un planteamiento creativo y vital súper interesante, Charles Michel, y supe finalmente quién era el cerebro detrás de Honest Greens, Benjamin Bensoussan.
Creatividad, estética, humanidad, y pasión, son sólo algunas de las muchas razones que les puedo dar para animarlos a ver cualquiera de estas tres series si aún no lo han hecho.
Dedicaros un tiempo para verlas e inspiraros con toda la gama de colores, sabores, personalidades y maravillosas historias que nos presentan.
¡Os gustarán!
Buen domingo,
K@
Gracias Karla
Por compartir estas tres series. No las conocía!
El
Reto no será verlas será hacer cualquiera de los platos que muestran. Un besazo Karla
Bego!!
Te recomiendo que comiences por uno que recomendé en un post anterior, Somebody Feed Phil que también lo tienes en Netflix, te divertirá mucho!! Chef Table te gustará, de eso estoy segura…en unos días nos vemos y los comentamos.
Un abrazo!