Me pasaban dos cosas ayer: tenía arroz de sobra en casa y un antojo de tortitas que me moría, pero no quería nada demasiado pesado o dulce.
Así que haciendo memoria recordé que una de mis abuelas siempre nos hacía tortitas de arroz cuando quedaba arroz del día anterior en casa, y aunque no siempre teníamos una receta exacta nos gustaban igual sin importar si un día eran saladas y con algo de verdura picada o dulces con queso y miel para desayunar.
El arroz que me quedaba en casa lo tenía cocido sin nada de sal, así que iba perfecto para unas tortitas un poco dulzonas y bastante ligeras completando la masa con avena.
Mis ingredientes:
- 1 taza de arroz cocido.
- 1 taza de avena en hojuelas.
- 1 taza de leche.
- 2 huevos.
- ½ taza de aceite de girasol.
- 1 cda. de vainilla.
- 3-4 cdas. rasas de azúcar.
La preparación:
- Mezclamos todos los ingredientes en una licuadora de vaso o turmix hasta tener una crema espesa pero aún con algunos grumos.
- Dejamos reposar la mezcla unos 20 o 30 minutos en la nevera para que tenga algo más de cuerpo al utilizarla. Si queremos la crema un poco más ligera podemos agregar un chorrito más de leche o agua.
- Luego calentamos una sartén anti-adherente a fuego medio y pintamos con una servilleta humedecida en aceite.
- Colocamos suficiente crema con una taza o cuchara grande hasta cubrir todo el fondo de la sartén y tapamos para que se cuezan bien por dentro y doren por debajo, unos dos o tres minutos.
- Destapamos y volteamos con una espátula. Dejamos uno o dos minutos más por el otro lado hasta dorar.
Podemos servir con miel y queso fresco, o acompañadas de fruta picada. Son muy ligeras, aptas para celíacos y dan mucho juego para combinarlas con lo que nos apetezca en cualquier desayuno. Saldrán unas 8-10 tortitas pequeñas, depende del tamaño de la sartén.
Ah! Y una cosa siempre que las haces y es que las primeras suelen desbaratarse un poco, ricas estarán igual y lo se porque me las comí antes de la foto. 😉
El fin de semana vuelvo con más, un beso y feliz jueves!