Tampoco es que los postres se me den de maravilla porque hay que ser muy preciso y a veces me gana la pereza antes de ponerme a pesar y medir cantidades hiper mega exactas. La ventaja es que cuando se hace y se siguen al pie de la letra las instrucciones no hay manera de que salga mal.
Es así, por gracia divina me quedó más o menos bien y es una de esas recetas bastante resultonas que me perseguirá por el resto de la eternidad. La conseguí en algún libro de cocina de mi papá y desde aquellos años no ha faltado el “andaaaa hija, haz torta de zanahoria otra vez”.
Los ingredientes:
- Cuatro huevos.
- Una taza de azúcar morena.
- Una taza de aceite de girasol.
- Dos tazas de harina integral de bizcocho.
- Una cucharadita de levadura química (polvo de hornear).
- Una cucharadita de sal.
- Dos cucharaditas de canela.
- Dos tazas y media de zanahoria rallada.
- Una taza de manzana pelada y rallada, sin semillas.
- Un puñado de pasas.
- Dos puñados de nueces picadas.
Preparación:
- En un tazón grande, batimos los huevos hasta que estén livianos y espumosos. Agregamos el azúcar poco a poco hasta que la mezcla esté liviana, luego el aceite lentamente mientras continuamos batiendo.
- Tamizamos la harina y mezclamos con el resto de ingredientes secos (levadura, sal y canela) y vamos agregando a la mezcla de huevos sin dejar de batir.
- Incorporamos de forma envolvente la zanahoria rallada, la manzana, nueces picadas y pasas.
- Colocamos la mezcla en un molde con papel de horno (o spray desmoldante, o mantequilla y harina) de unos 23 cms de diámetro y horneamos en horno precalentado a 180ºC (350ºF) durante 90 minutos, o hasta que al introducir un palillo en el centro este salga seco.
El tiempo de cocción varía dependiendo del horno, en algunos casos con una hora de horneado es suficiente. En otros puede llevarse hasta dos horas. Es necesario que dejemos enfriar el bizcocho antes de desmoldarlo.
Suele servirse cubierta con crema de queso (un queso philadelphia de 225 grs, ¾ taza de mantequilla ablandada -pomada-, 4 tazas de azúcar pulverizada -glass-, una cucharadita de vainilla en pasta) pero yo la prefiero siempre sin crema, estará cien veces mejor sólo el bizcocho para desayunar con una mega taza de café.