El Challah (Jalá) es un pan de origen judío que se suele consumir en Shabat y otras festividades. Se utiliza para acompañar la comida y, dependiendo de la cultura, se acompaña con uno u otro plato.

Challah significa ofrenda, siempre se bendice al inicio de cada refacción o comida y no lleva ningún tipo de lácteos porque según la tradición judía, no se pueden mezclar productos lácteos y carnes en la misma comida.

Buscando cualquier otra cosa di con la receta del “Jalá” en el libro azul de Don Armando Scanonne, apenas toqué las cantidades de algún ingrediente para adaptarlo a mi gusto. Es un pan riquísimo que tiende a ser dulce pero apenas lo justo, y nos viene bien para cualquier desayuno, merienda o comida.

Ingredientes:

  • 600 grs de harina de trigo.
  • 1 taza agua tibia
  • 15 grs de levadura fresca.
  • 6 cdas. azúcar.
  • 2 huevos
  • 1 cdta. sal
  • 4 cdas. Aceite de oliva.
  • Semillas de amapola o de sésamo para adornar.

Preparación:

  • En media taza de agua tibia disolvemos los 15 grs. de levadura y 1 cucharada de azúcar, mezclamos hasta disolver el azúcar y dejamos reposar tapado en un sitio donde no haya corrientes de aire. Dejamos reposar unos veinte minutos.
  • Pasado ese tiempo en un bol grande mezclamos el resto de los ingredientes: harina, el resto del agua (½ taza), azúcar, un huevo, y las cuatro cucharadas de aceite, mientras amasamos a velocidad media o vamos mezclando con la mano hasta tener una mezcla homogénea.
  • El último paso de amasado será agregar la mezcla de levadura que teníamos reposando, y cuando esté todo bien integrado añadimos la cucharadita de sal.
  • Dejamos reposar la mezcla tapada, al igual que con la levadura, en un sitio donde no haya corrientes de aire ni demasiado frío, porque esto haría que la masa no creciera lo suficiente. Yo suelo dejar la masa en un envase (tupper o táper) muy grande tapado, bien dentro de algún armario o si es invierno cerca de un radiador. A las masas hay que darles mimo y cariño si no queremos que se nos mueran.
  • Una vez haya doblado su tamaño o bien hayan pasado una o dos horas, sacamos la masa y amasamos sobre una superficie plana que hemos engrasado con un mínimo de aceite. Separamos la masa en dos mitades, y luego cada parte de masa en tres trozos del mismo tamaño.
  • Estiramos cada tira de masa en forma de cilindro largo y un poco grueso, los cilindros deberán tener un diámetro de 2 – 3 cms y unos 20 – 25 cms. de largo. En total haremos seis cilindros de masa del mismo largo y grosor.
  • Cogemos tres cilindros de masa y pegamos amasando el borde superior para poder tejer una trenza con la masa, cuidando que queden bien unidos al trenzarse y sellando también el borde inferior para que no se separe al hornear. Repetimos el mismo proceso con los otros tres cilindros de masa.
  • O bien, si nos sentimos con suerte y tenemos el Nivel Dios de Panadero, podemos trenzar los seis cilindros en un solo pan, así:
  1.  

via GIPHY

  • Llevamos los dos panes a una bandeja con papel de horno, tapamos y dejamos reposar una hora. Precalentamos el horno a 160º.
  • Antes de hornear, batimos el otro huevo que nos quedaba y pintamos los panes con una brocha hasta impregnarlos bien con el huevo batido. Decoramos (si queremos) con semillas de amapola o de sésamo.
  • Horneamos por 25 minutos a 160º hasta dorar. Dejamos enfriar antes de cortar y servir.

Honestamente, no es una receta nada complicada, requiere algo de tiempo como todos los panes y, como siempre, un tanto de cuidado con la masa. Anímense a hacerlo en casa, y al probarlo agradecerán el haberse tomado el rato de mimar y preparar un pan casero.

Espero me cuenten y compartan fotos de sus Challah, ¡abrazos confinados para todos!

Cuidense mucho,

K@

Pin It on Pinterest