Cada vez que quiero hacer alguna receta tradicional intento investigar un poco y dar con el origen del plato, pero la mayoría de las veces, sin importar de donde sea el plato, hay miles de versiones sobre el origen y otras tantas variaciones en los ingredientes.
De los huevos a la flamenca sólo sé que es un plato de origen andaluz, según he leído creado en un bar en Sevilla y llamados “a la flamenca” por el colorido que tienen. Es una versión de huevos al plato (horneados en una cazuela de barro) con un sofrito de tomate y verduras, y cada versión es de su padre y de su madre. En algunos casos sólo lleva verduras, otras chorizo o jamón y en ocasiones patatas.
Está claro que no pueden faltar los huevos y el sofrito de tomate, el resto de los ingredientes pueden variar dependiendo de lo que más nos guste, o de lo que tengamos a mano en casa. Yo los probé hace años en un bar gallego donde iba a comer uno que otro domingo y fui variando ingredientes según lo que nos gustaba en casa y lo que me parecía que mejor le iba,
Hasta que decidí que mis ingredientes serían:
- 1 bote (lata) de tomate triturado de 400 grs
- 1 cebolla mediana picada en cuadritos pequeños
- 1 pimiento verde picado en cuadritos
- 2 dientes de ajo majados (machacados)
- 1 chorizo mediano cortado en rodajas finas
- Un puñado de taquitos de jamón (unos 50 grs)
- 1 cda. de paprika o pimentón dulce molido
- 1 bote pequeño de champiñones laminados
- 1 bote pequeño de guisantes
- 1 cda. de cebollino picado
- 40 ml de vino tinto (unas tres cdas)
- 1 pizca de picante seco (yo utilicé peperoncino, puede ser pimentón picante o cualquier otro)
- 6 huevos
Y los preparamos así:
- Rehogamos en una olla pequeña el chorizo y los taquitos de jamón, a fuego medio hasta que comiencen a soltar la grasa.
- Agregamos la cebolla y el pimiento picado, y los dientes de ajo majados, removemos bien y rehogamos las verduras en la grasa del chorizo hasta que caramelicen (estén tiernos y se transparente la cebolla).
- Agregamos el tomate frito, el pimentón, el cebollino picado y el vino, y cocinamos a fuego medio por unos quince minutos.
- Partimos los huevos en una cazuela de barro o molde refractario para horno (dos por persona) con cuidado de que no se rompan las yemas, y colocamos el sofrito sobre los huevos comenzando por los bordes y cuidando no taparlos por completo.
- Adornamos con un poco más de pimiento picado, champiñones laminados y guisantes.
Opcional: Agregamos una pizca de picante seco a cada plato y sal si sentimos que le falta. - Llevamos al horno por 10-15 minutos a 180ºC, hasta que las yemas cuajen pero no se sequen demasiado.
Servimos caliente, no le hará falta nada más que un trozo de pan y -a mi gusto- un poco de vino tinto. Rinde tres porciones, muy muy contundentes. 😀
Podemos preparar el doble de salsa e ir utilizando sólo lo que nos vayamos a comer. Se conserva perfectamente en la nevera por más o menos una semana. También se puede sustituir el tomate preparado por tomate frito pero a mí no me gusta tanto porque endulza demasiado el plato.
Por estos días sigo pensando en cuáles serán las opciones más ricas y resultonas para este frío otoñal de lluvia tras lluvia, así que cualquier sugerencia en los comentarios será bienvenida 🙂
¡Feliz y nublado día!