Siento que las etiquetas en la cocina son limitantes, y a mi juicio antipáticas. Cocino y comparto lo que me gusta y nos viene bien comer en casa, pero no por eso busco destacar encasillando lo que hago con etiquetas de #saludable, #vegano, #realfooding y pare usted de contar.
Hace nada recomendaba un libro de Cocina Vegetal, y alguien soltó la pregunta “¿Qué pasó, te metiste a #vegana? ¿De que me perdí?” Respondí, aunque aquel “te metiste a” no mereciera explicación ninguna.
Comencé a comer verduras y a interesarme por la cocina vegetariana y vegana ya hace mucho, mucho tiempo. Siento que ofrece infinitas opciones para tener una nutrición completa y de calidad sin utilizar la proteína animal. Pero no, no soy vegana aunque haga platos veganos ni vegetariana aunque me flipe buscarle la vuelta a lo #veggie y cocinarlo de mil maneras distintas.
Estas burguers de hoy salieron precisamente de eso y de echar mano a lo que había en la nevera, porque verduras en casa siempre hay y muchas. No son más que ingredientes de andar por casa y sustituibles unos por otros según lo que haya en casa o les apetezca. ¿Cocinamos?
Ingredientes:
- 1 calabacín grande.
- 1 pimiento rojo.
- 2 zanahorias.
- Un puñado de aceitunas deshuesadas.
- 200 grs. de tofu firme.
- 2 huevos.
- Pan rallado.
- Sal al gusto.
Preparación:
- Lavamos y rallamos el calabacín, el pimiento y las zanahorias, quitando el tallo y las semillas. Lo dejamos escurrir en un colador para que suelten toda el agua.
- Escurrimos y desmigajamos el tofu. Picamos las aceitunas en trozos pequeños.
- En un bol grande agregamos las verduras ralladas y ya escurridas, el tofu, las aceitunas picadas y los huevos. Mezclamos hasta integrar todo bien.
- Vamos agregando pan rallado poco a poco mientras seguimos amasando. No hay una cantidad exacta, pero sabemos que ya es suficiente cuando la masa se nos despega de las manos, y es lo suficientemente firme y manejable para poder formar bolas o burguers sin que se deshagan. Probamos y corregimos de sal si hace falta.
- También podemos ir pesando la masa si tenemos una balanza de cocina. Podemos pesar bolas de 120 – 150 grs, y después las aplanamos y separamos con papel de hornear entre cada una.
- En una plancha a fuego medio alto con una pizca de aceite hacemos las burguers unos 4-5 minutos por lado hasta que tuesten pero no se quemen. La idea es que queden firmes pero aún un poco húmedas.
Da para unas 8 – 12 hamburguesas dependiendo del tamaño que hagamos. Se pueden servir solas con una salsa de yogurt como tzatziki, hacer unas buenas hamburguesas para cenar, acompañar un salteado de verduras o cualquier otro plato, o hasta para desayunar. Créanme, ¡están buenísimas!
Los invito a aprovechar estos días y el tiempo de sobra en casa para explorar las opciones que esa cocina que no conocemos nos ofrece, sin etiquetas.
La curiosidad en estos casos siempre es buena compañera, y poder conocer, poner en práctica y probar nuevas versiones de esos platos poco conocidos y tan fáciles de preparar, nos descubrirá infinitas posibilidades para seguir dándole la vuelta a nuestra cocina de siempre.
¿Qué me dicen? ¿Cocinamos? Vaya desde aquí un abrazo.
Cuidense mucho,
K@