Cuando comienza a refrescar siempre vuelvo a la temporada de cremas calentitas y caseras, con la idea de intentar alguna nueva receta mezclando ingredientes poco usuales en sopas, y guardándome las buenas ideas de las redes o libros, para intentar reproducirla en casa.
Hace poco vi en el Instagram de Juan Llorca una crema de boniato con puerros y espinacas. Me guardé la idea para versionarla, porque soy mega fan del boniato blanco (batata blanca), y me molaba darle la vuelta a la receta y probar nuevas mezclas de ingredientes.
Tiempo de preparación: 45-60 minutos – Raciones: 6 – 8.
Así pues les cuento los ingredientes que utilicé:
- 1 Kg de boniato blanco.
- 1 puerro (con las hojas).
- 1 cebolla.
- 2 dientes de ajo.
- 600 ml de caldo de verduras.
- 1 bote de leche de coco sin azúcar de 400 grs.
- 1 hoja de laurel.
- 1 cdta. de curry en polvo.
- Sal al gusto (una media cdta.).
Preparación:
- Pelamos el boniato y lo cortamos en trozos grandes, reservamos.
- Lavamos y cortamos el tallo del puerro (parte blanca) en rodajas, la cebolla pelada en julianas y el ajo pelado en rodajas muy finas.
- Rehogamos en una olla mediana con una cucharada de aceite los tres ingredientes anteriores hasta que estén tiernos, menos de 10 minutos.
- Agregamos el boniato, laurel, curry, caldo de verduras, leche de coco y las hojas del puerro (que no, no se tiran y les van muy bien a las sopas).
- Dejamos a fuego medio por unos 20 – 30 minutos, hasta que ablande bien el boniato.
- Retiramos del fuego, sacamos las hojas de puerro y pasamos la crema por la turmix (minipimer) o por la licuadora, hasta tener una crema suave y sin grumos. Podemos agregar un chorrito de agua si nos ha quedado muy espesa.
- Salamos a gusto, sin pasarnos.
Es ligera y reconfortante, perfecta para cenar estos días fríos. Y el toque de curry es el justo para que se sienta pero no pique en exceso. Podemos servir con croutons, queso o también un poco de puerro sofrito por encima.
Afortunadamente hice suficiente crema hace unos días y me ha venido perfecta para cenar estos días de mano mala, mientras sigo en casa impaciente y recuperándome para volver con muchas recetas, planes e historias cocinísticas molonas. 🙂
¡¡¡Ya quiero cocinaaaaaaaaaaar!!!