Arepas o Arepitas dulces, esas que siempre estaban en casa en la mañana de cualquier sábado cuando mi papá madrugaba para comprarlas y traerlas de desayuno con queso fresco.
Alguna vez las hacíamos en casa, muy finas y fritas en aceite caliente para que quedaran abombadas y crujientes. Mi combinación favorita era desayunarlas con queso guayanés. A mí siempre me han sabido a familia y momentos bonitos en casa.
Contribuyendo a esta serie de Arepas que son amor, hoy les regalo esta receta de arepitas dulces que alegrarán cualquier desayuno, merienda o momentazo en casa.
Ingredientes:
- 275 grs. harina de maíz precocida (Harina PAN, dos vasos chatos).
- 80 – 100 grs. de panela rallada (unas 5 o 6 cdas.).
- 400 grs. de agua (dos vasos chatos).
- 2 cdas. de anís en granos.
Preparación:
- En un bol, disolvemos la panela rallada en el agua templada, agregamos los granos de anís. Vamos agregando poco a poco la harina mientras amasamos hasta (como siempre digo) tener una textura parecida a la plastilina, que nos permita moldearlas y hacer los bollos sin que estos se cuarteen. Si vemos que se cuartea y está un poco seca, agregamos un chorrito más de agua y volvemos a amasar.
- Calentamos una sartén o caldero con aceite a fuego medio.
- Hacemos bolas del tamaño (aproximado) de una pelota de golf, las vamos aplastando y dándole forma circular, hasta dejarlas de más o menos medio centímetro de grosor.
- Y directamente a la sartén a freír un par de minutos por lado hasta dorar. Sabremos que el aceite está bien caliente porque inmediatamente poner la arepa el aceite comenzará a burbujear, y veremos que la arepa sube y se abomba. Es en ese momento cuando las volteamos para que se terminen de freír por el otro lado.
Un punto importante: si ya está friéndose una de nuestras arepas dulces esperemos que termine antes de poner otra a freír. O las ponemos las dos al mismo tiempo, o una primero y al terminar la siguiente.
El poner otra en la misma sartén a mitad de la fritura enfriará el aceite, y hará que las arepas en lugar de quedar tostadas y crujientes se “enchumben” con el aceite y queden un poco más blandas. Tip cortesía de #PapáFreddy que de cocina sabe un montón y SIEMPRE hay que hacerle caso.
Una versión distinta si la desean probar, es cambiar el anís en granos por coco rallado, unas cinco o seis cucharadas para esta misma cantidad de masa. El sabor es un poco más suave y el coco con la panela combinan muy bien. Creo que es una versión del occidente de Venezuela y alguna vez leí la receta en uno de los libros de Scanonne, pero se me olvidó revisarla de nuevo antes de escribirles este post.
Sigo en la cocina, conviviendo en esta cuarentena con mi curiosidad eterna, experimentando entre masas madre, nuevas versiones de nuestras comidas de siempre, verduras súper provocativas que nos apetezcan siempre, y arepas que saben a recuerdos y nos conecten con lo bonito.
Feliz domingo de #aúnfasecero, primavera con alergia, y Día de la Madre para #MamáTere y mis hermanitas queridas.
Abrazos,
K@